domingo, 15 de febrero de 2015

UNOS APUNTES SOBRE LA APUESTA POR LA INVERSIÓN EN I+D , INNOVACIÓN TECNOLÓGICA Y EDUCACIÓN

UNOS APUNTES SOBRE LA APUESTA POR LA INVERSIÓN EN I+D , INNOVACIÓN TECNOLÓGICA Y EDUCACIÓN

Cada vez es más creciente el número de voces que se alzan a favor de una apuesta clara de nuestra política económica por la inversión en  I+D, la innovación tecnológica y la formación.
Los analistas coinciden en que una economía avanzada tiene que escoger por la vía del desarrollo en este sentido y no por la apuesta de minimizar costes como eje de la planificación   estratégica.
Partiendo de este punto, es importante analizar no sólo de forma cuantitativa sino también de forma cualitativa y conceptual lo que debería de integrar una planificación estratégica de estas características.
En la formación y educación es muy clara la tendencia a una especialización cada vez mayor. Cabe destacar  que la especialización en este sentido es un elemento clave, pero también está creando problemas importantes. Problemas en el sentido de que la especialización es muy importante pero siempre que se haya superado una base solida más general en las etapas anteriores a esa especialización. A nivel de técnicos sería asumible una mayor especialización con una formación muy direccionada al tipo de trabajo a realizar sin incidir tanto en una base de conocimientos amplios relacionados con temas más generales.
Pero en la formación superior aparte de la especialización  es muy importante tener una base sólida en conocimientos y capacidades más generales. La importancia de dicha afirmación reside en que a día de hoy incluso en los niveles superiores de investigación nos encontramos con problemas de “incomunicación” entre expertos que por los cargos que ocupan están obligados a interactuar con otros profesionales que aunque pertenezcan a la misma disciplina estén especializados en temas distintos.
Es imprescindible construir puentes para  la interconexión entre distintas disciplinas. Si no, estamos ante el peligro de crear sectores hiper especializados pero incapaces de interactuar en el rico ecosistema del desarrollo económico.
No se trata de “menos especialización”, sino de ser más ambiciosos y lograr una “especialización  más integrada” , más capacitada para interactuar entre distintos niveles de I+D, innovación tecnológica y formación. Tenemos que ser capaces de abrir conexiones para lograr una mayor capilarización de la labor de investigación hasta allá donde se necesite. Una mayor interacción entre las verdaderas necesidades y la investigación necesaria para cubrirlas. Debemos evitar que los proyectos de investigación se conviertan en burbujas aisladas , y ponerlas al servicio de las necesidades reales.

El tema es complejo y tiene varios frentes que analizar:

-Tal y como mencionaba Bauman, en su teoría de la “modernidad líquida”, a  la modernidad industrial se le atribuye la capacidad de hacer desaparecer en el aire todo aquello que en su día fue sólido. Con su espíritu tecnológico y de abundancia económica nos ha traído el individualismo y el “carácter líquido”, el “ empleo líquido”, un “sistema financiero líquido”, una “política líquida”, una “comunidad líquida”, unas “instituciones líquidas”,….etc.
Tal vez éste sea el motivo general que también afecta a la I+D,innovación tecnológica y  formación .La cuestión no es deshacer o derribar todo lo construido, pero sí es imprescindible enderezar cuantas veces sea necesario el camino que han tomado las políticas referentes a estos temas.

-En las últimas décadas las políticas neoliberales han conquistado el occidente. Para mitigar los efectos de la precarización del trabajo y por consecuencia la disminución del poder adquisitivo, se encontró la solución perfecta: por un lado, todo el universo “low cost”, con la finalidad de que toda la sociedad se pudiera convertir en un consumidor opíparo,” feliz” y por consecuencia defensor del sistema. Y por otro lado la disposición a merced de esa sociedad tan ansiosa de consumir ,de todo tipo de facilidades y abundancia de crédito.
-Pero, no hay que olvidar que un sistema económico basado en el endeudamiento, solo sobrevive con crecimiento económico. La trampa está en que es muy difícil que el crecimiento de la economía real alcance el nivel de crecimiento del endeudamiento. A día de hoy, con lo que nos ha tocado ver y vivir,  debería ser una lección aprendida y asumida por todos.
-Los estudios sociológicos y económicos nos ofrecen unos datos que teóricamente se traducirían en conflictos sociales bastante mayores a los que estamos observando. Pero parece ser que para evitar dichas situaciones, nuestro sistema cuenta con otra solución: el poner a disposición de unos pocos la salvación individual. De este modo, el fracaso pasa a ser un problema individual y deja de ser un problema colectivo. En este contexto son notable las referencias que recalcan una y otra vez los medios de comunicación, presentándonos a unos cuantos “triunfadores” como modelos a seguir.
-Por este tipo de razones, estamos  ante una sociedad que se encuentra mermada de conciencia social,  con unos hábitos adquiridos difíciles de reorientar a no ser que sea por pura necesidad, y sobre todo, enfocada a salvar situaciones individuales y a corto plazo.

Todo esto dificulta la reorientación de las políticas de I+D, innovación tecnológica y formación. Pero lo importante es la capacidad de identificar estas lagunas a tiempo y solucionarlas.
Estas políticas deben reorientarse de modo que puedan tejerse dentro de las estrategias de política económica generales. Cabe insistir en que las estrategias de política económica no pueden dejar en un segundo plano y que deben realizar un mayor esfuerzo en los temas realmente importantes, como el  cambio climático ó la crisis energética, que necesitan actuaciones a todos los niveles del tejido social, económico y político. Son temas que nos conciernen nos guste ó no. La CAV tiene una dependencia energética enorme , y tampoco se librará del cambio climático, por tanto nos toca atender estos temas con mayor seriedad y disposición.
Por eso debemos buscar la máxima eficiencia en la utilización de los recursos destinados a I+D, innovación tecnológica y formación, y al mismo tiempo reorientarlos a contribuir a alcanzar esos objetivos comunes de nuestra sociedad. Es necesario poner en consonancia los objetivos marcados para la I+D, innovación tecnológica y formación, con los objetivos marcados para la estrategia de política económica de nuestro país.


No debemos conformarnos con el aumento de las partidas destinadas a I+D , innovación tecnológica , y formación, sino que también debemos planificar muy bien cómo vamos a poner estos recursos a disposición de esos objetivos elaborando para ello una planificación estratégica integrada.